El
complicado tema de la lucha de clases.
En primer lugar, debemos tener
bien claro que, cuando hablamos de lucha de clases, estamos asumiendo que el
método dialéctico es el idóneo a la hora de investigar la historia y desarrollo
de las sociedades humanas. Con respecto a esto, yo lo pondría en tela de
juicio. Pero más adelante volveré al por qué digo esto.
En tal sentido, lo primero
entonces es repasar las leyes de la dialéctica, leyes que aún hoy, y en
términos de teóricos del materialismo histórico, están en discusión. Tales
leyes son
1)
Lucha de contrarios. Se sostiene que todos los
procesos naturales evolucionan debido a que implican, contienen una
contradicción entre dos fuerzas opuestas, contrarias que tienden a aniquilarse
una a la otra. De la tensión variable y evolutiva entre los contrarios es que
nace y se desarrolla el proceso.
2)
Ley del cambio cualitativo. Esta sostiene que a lo
largo del desarrollo de la tensión entre los opuestos se van acumulando cambios
cuantitativos en el mismo y es la acumulación de estos cambios cuantitativos de
los procesos lo que, en determinado momento origina un cambio cualitativo del
mismo, o sea la propia esencia del proceso deviene en algo nuevo.
3)
Ley de negación de la negación. Esta ley es la más
controvertida, pues se puede interpretar de varias maneras, de hecho así se
hace. Podemos decir que la negación supone que entre los contrarios, sean A y Ä, uno de ellos triunfa sobre el otro, una vez que el proceso
ha llegado a la fase 2 (o sea, al salto cualitativo). Supongamos que A ha predominado sobre Ä. Es entonces cuando actúa la negación (se niega a Ä, que desaparece o se vuelve irrelevante). No obstante, el
proceso no queda aquí, sino que, acto seguido se produce una negación de A, pues el salto cualitativo produce una síntesis entre los
contrarios, y esa síntesis contiene también rasgos, partes, propiedades de Ä, lo que significa una negación de A, y esta es la negación de la negación.
Este es el repaso elemental
sobre qué leyes estamos diciendo que deberían aplicarse en el método de
razonamiento, de acuerdo a nuestra hipótesis original, o sea, asumiendo que el
método dialéctico es el aplicable a los procesos de las sociedades humanas.
Sobre la oportunidad o no de
que sean aplicables, es dudosa. Porque nadie, ni aquellos que aplicaban (o
decían aplicar) en sus análisis históricos del desarrollo de la sociedad
humana, ni los que no lo hacían, pues manejaban (según ellos) un razonamiento
más basado en la lógica tradicional para investigar el desarrollo de la
historia de las sociedades, fueron capaces de predecir la caída de la Unión Soviética y todo el
Sistema Socialista que componían una pléyade de países de Europa, en la década
de los ’80. Y uno supone que, si los métodos aplicados para la investigación
histórica son tan oportunos y correctos, tal debacle de todo un sistema social
a lo largo y ancho de dos continentes, que implicaba una población de cientos
de millones de personas, debió preverse con bastante precisión. Sin embargo,
para el mundo, la caída de ese sistema significó una sorpresa. Esto me hace
pensar que el método del materialismo dialéctico aplicado a la historia de las
sociedades humanas (el materialismo histórico) no es tan aplicable, o cuando
menos, la cantidad de variables (no necesariamente mensurables todas ellas) no
ha sido correctamente tenido en cuenta. Lisa y llanamente, ni siquiera parece
ser claro cuáles son todas las variables a tenerse en consideración al realizar
semejantes análisis e investigaciones.
Esto significa que la lucha de
clases, una de aquellas variables cuyo conocimiento sí es asumido como
necesario por el método, no representa necesariamente el factor decisivo, o si
lo fuera, tal vez existen otras clases
“ocultas”, o subclases, que inciden tan o más fuertemente que aquellas,
burguesía-proletariado, que se toman en cuenta. Se podrá decir que en la Unión Soviética no existía la
burguesía, pues no estoy de acuerdo, dado que existía la burocracia y una parte
de ella, debido al Nomenclator, funcionaba “como si” fuera una burguesía.
Humildemente, pienso que fue el Nomenclator, iniciado casi paralelamente a la
revolución rusa, el origen de la contradicción (ley 1) que echaría por tierra
el sistema socialista que la vieja URSS se dio. O sea, la revolución proletaria
creó su Ä en el momento que creó
al Nomenclator. Pero este es un asunto que no atañe al material de este
artículo y que daría para discusiones mucho más profundas y con mucho más
conocimiento de los pormenores del sistema.
Se han originado así, como
consecuencia de la conciencia sobre la ineficacia del método, o de la
parcialidad del mismo al no tomar en cuenta todas las variables sociales[1],
una serie de ciencias que forman compartimentos sobre simplificadores de
aspectos de la sociedad humana y del hombre mismo y su evolución (léase,
psicología, antropología, economía, sociología, etc.).
Y, yendo más allá y en
confluencia con los problemas de las ciencias naturales, Física, Química,
Biología y las ciencias Matemáticas, ha surgido la percepción acerca de la
necesidad de una nueva forma del pensamiento, el pensamiento complejo, a partir
del cual pueda entenderse más cabalmente a los entes y, principalmente, a los
procesos, como un todo, como entes y procesos compuestos por subsistemas (o
elementos) cuyas relaciones internas y con el entorno no son simples, sino en
general complejas y variables.
Hay que notar que, en tal
caso, una modalidad de pensamiento complejo no parece que pueda prescindir, ni
de la lógica clásica, ni de la dialéctica, aunque seguramente presenta la
dificultad de saber discernir en qué puntos del proceso (sistema) es aplicable
uno u otro, y más aún, todavía resulta más complicado determinar con un alto
grado de precisión cuál es el verdadero alcance de las síntesis, conclusiones,
que se puedan alcanzar de su aplicación.
[1] Se podría pensar que la super estructura social
también juega un papel trascendente a la hora de producirse, tanto los cambios
cuantitativos del proceso, cuanto los más determinantes cambios cualitativos,
junto con la infraestructura social, que desde el punto de vista del
materialismo histórico, resulta ser el determinante de la evolución
Comentarios
Publicar un comentario